Part 4.5
Section § 124960
Esta ley subraya la importancia de manejar eficazmente el dolor crónico severo, especialmente en lo que respecta al uso de medicamentos opiáceos. El estado reconoce tanto la necesidad de controlar el uso ilegal de opiáceos como las deficiencias en el tratamiento del dolor derivado de diversas afecciones, tanto cancerosas como no cancerosas.
Establece que algunos pacientes podrían necesitar atención especializada o un enfoque multidisciplinario debido a la complejidad del dolor crónico. También enfatiza que los opiáceos, cuando son utilizados con criterio por profesionales experimentados, pueden ser seguros y efectivos para aquellos que no han encontrado alivio por otros medios.
Los pacientes tienen derecho a aceptar o rechazar cualquier tratamiento para el dolor, incluidos los opiáceos. Los médicos pueden prescribir las dosis de opiáceos necesarias si cumplen con las regulaciones médicas específicas. Sin embargo, los médicos pueden negarse a prescribir opiáceos, pero deben informar a los pacientes sobre otros médicos que podrían ofrecer dichos tratamientos.
Section § 124961
Esta sección, conocida como la Declaración de Derechos del Paciente con Dolor, permite a los pacientes con dolor crónico severo decidir si usar o no varios tratamientos para manejar su dolor. Pueden elegir medicamentos opiáceos sin someterse primero a procedimientos invasivos como la cirugía.
Los médicos pueden negarse a recetar opiáceos, pero deben informar a los pacientes que otros médicos podrían ofrecer dichos tratamientos. Los médicos pueden recetar las dosis de opiáceos necesarias, siguiendo ciertas pautas médicas.
Los pacientes pueden pedir a sus médicos que marquen sus recetas para fines de emergencia o de identificación por parte de las fuerzas del orden. Esta ley no cambia las reglas existentes sobre la notificación o la disciplina por violaciones de prescripción, ni afecta las regulaciones federales o estatales sobre medicamentos.
Section § 124962
Esta ley destaca la importancia de las terapias sin medicamentos para manejar el dolor, las cuales pueden ser tan efectivas como los medicamentos. Señala los desafíos para acceder a estas terapias, como los prejuicios, la escasez de proveedores y los problemas de costos tanto para los proveedores de atención médica como para los pacientes. Se fomenta un enfoque diverso y centrado en el paciente para tratar el dolor, que incluye terapias restaurativas, conductuales e integradoras. La FDA ha aprobado terapias sin medicamentos, y estas se consideran cruciales para el manejo del dolor y la reducción del uso de opioides. Se hace un llamado a los sistemas de atención médica para que apoyen y cubran estos tratamientos sin medicamentos basados en evidencia.